Desde las pascuas de 1894 y desde el ingenio Santa Rita, empezó a desarrollar planes revolucionarios José Luis Robau montando un taller para reparar armas y almacenarlos.
El Grito de Baire el 24 de febrero de 1895 comandado por Bartolomé Masó repercutió por todas las regiones de la isla esclava. Sagua recibió la visita de Salvador Herrera, delegado de Martí con el objetivo de establecer contacto con grupos conspiratorios y coordinar las acciones.
En esta etapa se destaca Emilio Núñez designado Gral. de Brigada y Jefe del Departamento de Expediciones .
José Luis Robau que el 3 de junio de 1895, parte de su finca Las Clavellinas incorporándose a la lucha 2 días después con 48 hombres en el puente de Jiguiabo, bajo el mando del Gral. José Lacret Morlot. Las tropes del Gral Robau acampaban en la finca Guatá donde se constituyó el Comité Patriótico integrado por revolucionarios sagüeros con la misión de proveer recursos y hombres a la guerra. Siendo lugar de reunión para Juan Bruno Zayas, José Luis Robau, José Sánchez Jorro, Pucurrull en la farmacia del doctor Figueroa en la calle Martí.
Se organizó el Comité Revolucionario Femenino para recaudar fondos al campo insurrecto dirigido por Elvira del Monte Lamar (Chacha del Monte) y otros, que enviaban recursos a través del ferrocarril a voluntarios españoles que cooperaban con la causa.
Otras mujeres que cooperaban fueron:
Clara Robau de Santa Cruz, Manuela López, Narcisa Robau, Carmen Ribalta, rica propietaria que contribuía a la causa.
También se incorporó Julio Martínez Mesa, el licenciado Luis Mesa que fue macheteado por una guerrilla junto a otros en Playa Coloradas y Armonía.
Al paso de la invasión por Las Villas en los primeros días de diciembre de 1895, José Luis Robau entonces Comandante, se incorpora a la campaña a Occidente dirigida por Maceo y destacándose en la Batalla de Mal Tiempo, Gómez le impone el grado de Teniente coronel del Ejército Libertador. Sin embargo en nuestra zona el accionar militar comenzó a decaer, apareciendo rápidamente la indisciplina, la desorganización y desmoralización de la Brigada Sagua.
Ante estas dificultades, Máximo Gómez, a inicios de 1896 designa a Mariano Torres jefe de la brigada hasta mayo de ese propio año que al entrar la invasión en la zona de Pinar del Río, el generalísimo ordena a Robau regresar a Las Villas y ponerse al frente de la brigada de Sagua, por considerar que era el único que reunía las condiciones para ello, mientras Francisco Peraza, luchador de las dos guerras anteriores, continúa la invasión al mando de Antonio Maceo después de participar en los combates de Coliseo y Calimete.
El 3 de abril de 1896 José Sánchez Jorro es ascendido a Coronel por Máximo Gómez, después de culminar la invasión. Ese año es envenenado por un traidor y luego macheteado en Punta Larga junto a cinco compañeros más, cuando cumplía misión en la brigada de Sagua.
Las autoridades españolas advertidas del incremento y la firmeza que la jefatura de la brigada de Sagua imprimían a la campaña tratan de hacer fracasar la guerra ofreciéndole un barco para que se alejen de Cuba y una recompensa de 100 000 $ y garantías para su familia. La respuesta de este al gobernante español fue ajusticiar a todo el que viniera con semejante propuesta.
Así la Brigada de Sagua marcaba su máximo esplendor, pues contaba con una fuerte organización, disciplina y había aumentado el número de combatientes.
Los éxitos del Ejército Libertador llevaron al cambio de la política española: Valeriano Weyler implantó la guerra de exterminio que convirtió a nuestra isla en un campo de concentración.
El 30 de noviembre de 1897 se dirigió una proclama al pueblo de Cuba explicando la intención de España con la Autonomía y manifestando que el Ejército Libertador lucharía hasta la total independencia.
Después de la guerra se creó la “Comisión Mausoleo” que construyó con recursos de patriotas la Cripta del parque Robau a donde se trasladaron los restos de los patriotas muertos recogidos en el campo de batalla.
Lucharon en la brigada de Sagua otros sagüeros que se destacaron por su valentía como: Florentino Rodríguez Guerra, Juan Bautista Fernández Soto y Martín Landa Soto. Al final de la guerra regresa Emilio Núñez a la lucha siendo ascendido a Gral. de División.
El 1° de enero de 1899 entraron las tropas del ejército libertador al mando del Gral. José Luis Robau en Sagua la Grande y cruzan por el puente “El Triunfo” y siembran una ceiba con el nombre de “Árbol de la Libertad” en el parque “El Pelón” que lleva el nombre en honor a José Sánchez Jorro.
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